¿Te has fugado alguna vez?

Conducía su coche por una carretera con espejismos en el asfalto. Los agentes estaban haciendo un control. Jimmy trató de relajar la cara. Sabía que le harían parar y así fue.

Pero no paró.

Condujo, con los agentes y sus sirenas persiguiéndole, mientras profundizaba en su culpabilidad.

Descubrió que no era culpable de nada y paró.

Fue sincero: “me he metido en el papel”. Esa es la respuesta que Jimmy dio a los agentes.

“A veces pasa”, le respondió uno de ellos.

Jimmy tenía todo en regla y pudo continuar.

Los guardias se sonrieron entre sí pensando en lo poco que nos separa de las películas.

Quizás por esa sonrisa se libró del control un delincuente real que ya está lejos y que dentro de unos años inspirará a algún cineasta.

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